jueves, 23 de diciembre de 2010

Mi presente / Nueva traducción de Pere Bessó: Yo temo

Y como lo que sale tiene que volver...esta hermosa sorpresa, obsequio de Pere Bessó vino a alegrarme el corazón así, de improviso, por e-mail, y con su generosidad de siempre. ¡Hasta con la imagen venía de su parte!
¡Gracias Poeta! Aquí se comparte con quien lo valore como yo:






Poema de Amanda Espejo traduït al català per Pere Bessó



JO TEM

A aqueixa nit és a la que tinc por...
“La Nit Fosca”.

Nit de dol
La no-allunada
Mancada d'un astre-lluentor
i els seus collars d'estrelles.
La sense-cap-soroll
Nit callada
On no canta el grill
ni s'estremeix la fulla.
La nit quieta
(no respirada)
L'aclaparant
La inclement
L'asfixiant
La sense-cap-nom
que definesca ben bé el meu espant.
Sumida en ella
(la del meu plor)
JO, la teua dement,
la delirant eternament per les teues hores,
“poeta-expressa”
per a l'antull de cantar-te a tu...
Com faré aleshores per a abastar-te amb la meua paraula?



YO TEMO

A esa noche es la que temo...
“La Noche Oscura”.

Noche enlutada
La no-enlunada
Carente de un astro-brillo
y sus collares de estrellas.
La sin-un-ruido
Noche callada
Donde no canta el grillo
ni se estremece la hoja.
La noche quieta
(no respirada)
La agobiante
La inclemente
La asfixiante
La sin-un-nombre
que bien defina mi espanto.
Sumida en ella
(la de mi llanto)
YO, tu demente,
la eternamente por tus horas delirante,
“poeta-expresa”
para el antojo de a ti cantarte...
¿Cómo haré entonces para alcanzarte con mi palabra?



© Amanda Espejo
Traducción de Pere Bessó
Diciembre - 2010

Mi saludo / A todos mis amigos, amigas, compañeros de letras en general!


Con este "experimento" fotográfico he saludado a muchos de mis amigos y amigas para la navidad de este año. también he recibido lindas respuestas de ellos y ellas y aunque casi todas han acabado en el blog "manchado", quise dejar un espacio aquí, en privado, para algunos de ellos en especial........
Bitácora de viaje, al fin, este mi pequeño rinconcito.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Mi porfía / Empecinamiento

Lectura de este texto en Casa Fawaz.


EMPECINAMIENTO



Empecinada es mi espalda que se curva a medida de tus deseos.
Empecinadas son mis piernas en pos del intento de circundar tu cintura.
Empecinado es mi vientre despierto y el olor de mi sexo en calentura-pura.
Empecinada soy y entre varias, la MÁS,
más que el resoplar del viento... (empecinado)
que sueña y se empeña en poder apagarme.
¡Iluso él! No hace más que consumirme de a poco (y de gozo)
entre las lenguas de mi propia hoguera.

(Porfía...hemos de resumirlo en porfía)

Y es que no basta para saber amarte el poseer un sentido:
es menester para este cometido el haberte y saberte con todos.
Y empecinada en ello...
he de revertir el tiempo en un acto de porfía
para que liguen los huesos y se dispare el movimiento
...empecinado...
en un levantar por fuera, en un deslizar por dentro
en un cambio de montura y en el lado de los cuerpos
...empecinados...
dale que dale empeño, hasta perder aliento.

(Busca escondites nuevos).

Traspasemos las fronteras de lo mío y de lo tuyo:
hablaremos de “lo nuestro”, así de este modo
no habrá falta de respeto y , empecinados...
soltaremos nuestros ruegos:
¡Dale que dale perro!
Remóntame las caderas para desconcharme luego
...empecinado...
que aquí no sirven blanduras, sino tu blandir de acero
...empecinado...
córtame la cordura en un dos por tres que quiero
(sólo por el placer de hacerlo) lanzarme al mar la primera
... empecinada...
o dispararme al cielo de lleno
para arrancarle al tiempo mi premio:
antes que tú te derrumbes, empecinado, en el umbral de mi templo
poder cogerte de nuevo.

Y dale que dale haciendo
... empecinados...
que aún no se apaga la luna
que no ha de acabar este cuento.



Amanda Espejo
Quilicura / 01/07

jueves, 2 de diciembre de 2010

Mi palabra / Sobre el querer...y otras yerbas.

Hoy estuve releyendo este texto de hace unos años...y me maravilla la secuencia sabia y circular de la vida en donde todo sucede en un contexto de repeticiones que norma la totalidad de la existencia. Por ello, hoy lo incluyo aquí, en mi "bitácora" de sobrevuelos, con un expreso pedido que hacer al posible lector: No dejen comentarios. No deseo se malentienda este escrito y me pregunten qué me pasa, si estoy triste,  ni nada parecido. Esto es una muestra más dentro mi inclaudicable búsqueda personal y no tiene otra pretensión que dejar constancia de ella y, en el mejor de los casos, servir de reflejo a quien se sienta identificado por mis palabras, siempre vertidas (estas)  bajo el rigor de un esquema literario.



SOBRE EL QUERER, EL SER Y LAS PALABRAS.


“ Quiero paz, sólo una pausa
quizás morir de amor en tu mirada,
sin pasado, sin rencores
y sin prejuicios que me nublen…”

Eduardo Gatti

Hoy está cubierto. Ojala fuera de provisiones amorosas, pero, por lo pronto, el cielo se avista gris.
También está cubierta mi alma… y estoy consciente de que no debo aceptarlo, de que, seguramente, han de ser nubes pasajeras, mas, mis ojos están cargados – tanto como mis dedos que destilan palabras – y rehuyo encontrarme en el espejo.

¡Qué frágil es todo! Todo lo que construimos en base a cariño, buena voluntad y entrega, de pronto, se tambalea y parece derrumbarse ante y dentro de nosotros.
¡Qué frágil es lo que se construye en base de palabras! Aún con todo el peso y significancia que contienen las palabras, estas, se diluyen si no van reforzadas por los hechos.
Amo las palabras. Amo sus significados y las intenciones que señalan.
Decir: “te amo”,es para mí el compendio de un sinfín de emociones, simplificadas en dos vocablos.
Amo y respeto las palabras y en honor a ello, procuro vestir de sinceridad lo que mi boca pronuncia. Por respeto a mi amada palabra, que no es otra cosa que la expresión sonora y codificada de mi SER.
Por medio de la palabra me proyecto ante el mundo y mis semejantes.
SOY lo que expreso, y esto tiene un cierto valor profético o de decreto, talvez… Es bueno saberlo. Es bueno creer que la importancia de las palabras es máxima y que debido a ello, merece respeto y cuidadosa elección de nuestra parte. Lo importante, es no falsear, no usar este maravilloso don que sólo los seres humanos poseemos a este nivel de evolución, rebajándolo a una sarta de mentiras, o usándolo como engañosa herramienta para poder lograr nuestros intereses, o acaso, como flores de papel obsequiadas para agradar, agradables en presencia, pero, nulas en esencia.
Amo la palabra como el modo más refinado de lenguaje, en avanzada ante el gestual, y antes que cualquier otra forma de comunicación, mas, tal como lo digo, la palabra es la vanguardia, luego, inevitablemente, ha de ser ratificada con el acto, por la consumación del hecho. Por ejemplo, un “Nos vemos mañana…”, debe cumplirse de la forma y en el tiempo preciso para que, palabra y acto ratifiquen el CIERTO haber de la persona. El cumplir con esta fórmula nos hace (SER) seres consistentes, ciertos, palpables, creíbles y confiables. Valorados principalmente, ante nuestros ojos.
Y, aunque no lo parezca… ¡Cuan bueno es esto!
Ser agradables ante nosotros mismos es la base de la auto-aceptación, y como consecuencia, suele arrastrar la aceptación de los demás.
Por eso, ante la tentación de palabras vanas, es aconsejable decir:
-“ Shiiit, no lo digas, no te falsees frente a mis ojos. A veces, es más veraz el silencio”.
Este proceder es aplicable a nosotros y al resto: es preferible hablar o escuchar lo mínimo, antes que el exhibir o aguantar una verborrea dañina e inconsistente; ésta, suele engañar y confundir situaciones que no son tal.
Estas, las palabras dispersas por capricho, suelen hacer que el día amanezca cubierto y que los ojos – nuestros espejos - se sitúen al borde del desborde.
Estas, las palabras sin cimientos, son las culpables de cada derrumbe a nuestro alrededor. Externos e internos.
Y cansan…¡Cómo pesan y cansan! El agobio que producen es superior al de días trabajados y noches en vela. Es… el agobio del alma, pues socavan el sentido de vivir.
Es, como ver en un solo instante, transformarse en un circo nuestro mundo creado, nuestro hermoso mundo inventado a la medida de nuestros sueños y del tejido precioso que van dictando las palabras. Cuando estas encubren falsedad, quienes las emiten dejan de ser personas frente a nuestro sentir y se convierten en una especie híbrida de marionetas parlanchinas, y… ¡Cómo cansa aquello, cómo agobia y cómo duele!
Tal vez, porque nuestra poco valorada intuición nos revela que, aquellos, los que no respetan su palabra frente a nosotros – ni frente a ellos -, de esa forma nos están enviando un subliminal mensaje:

-Yo, no te aprecio lo suficiente; no necesito mostrarme ante ti. Te doy cualquiera de mis insulsas representaciones. Mi YO, no es para ti.

Y eso, precisamente eso, es lo que más duele.
Como dije anteriormente: hoy está cubierto, y yo, sólo quiero PAZ.


Amanda Espejo
Quilicura /10/06

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Mi "hermano" / Arrinconado

Poema publicado en Mis Poetas Contemporáneos 




RRINCONADO






Están lloviendo hojas muertas
en el campo de la añoranza...



La antigua alameda está desierta.

Ellos,
los de antaño en follaje verde
han cedido y sucumbido
ante el brazo hambriento de la sierra
y el tranco seco del cemento.

¡ El hombre viene !
Y vino...

Sólo un último gigante
mártir por opción y arrinconado
se mantiene erguido, mientras,
de su brazo herido se desprende
una lluvia de hojas secas
que de secas, no están muertas:
no más que en tránsito.
No más que un eslabón del ciclo
que renueva la vida en la tierra.

Doblado, el enraizado ruega
que así como el hombre vino...
Se vaya.




Amanda Espejo




jueves, 18 de noviembre de 2010

Mi caída / Bajón




B
   A
       J
           Ó
               N

(Dedicado, en segunda instancia, a mis hermanas de género que, alguna vez en su vida también se han sentido así)

Me caigo amor. Me desestabiliza tu ausencia y me bebo gota a gota, en cada vuelta del descenso, la falta de ti. Es amarga... tan amarga como el sabor de las certezas ignoradas por mi reiterativo empeño por ti.

Me caigo.... quizás, bajo el peso insoslayable de la soledad... MI soledad. Y es que de pronto, se me vienen encima los espacios vacíos y no comprendo cómo algo tan intangible puede achatar tanto, si no el cuerpo, si el espíritu que lo motiva.

Me caigo amor... y lo que es peor, es que no encuentro mis dedos para sostenerme... Aquí hay "unos"... pretendo que son los míos y los obligo a formar curvatura alrededor de un lápiz cualquiera y a escribir en MI cuaderno una caligrafía titubeante y espantosa que, por momentos, no logro reconocer como mía. Tampoco son MIS acentos, ni MIS cortes, ni MIS comas. Hago ESTO: ............................... intercalo los suficientes puntos suspensivos entre las palabras como para creer que SÍ es un texto mío... tan mío como lo son los puntos suspendidos en cada esquina de memoria que mantiene archivado tal o cual recuerdo, mas, en este instante no hay duda ni suspenso en esto: en cada esquina que doblo mi recuerdo eres tú. En algunas, te manifiestas claramente y el recuerdo de lo vivido se proyecta nítido sobre mí. En otras... (sí, soy yo y mis puntos)... te encuentro a medio ver, escondido tras alguna columna o, agazapado, casi a ras de suelo a la espera de poder cazar mis pasos... son... nada más que MIS pasos repetidos hasta el cansancio e impulsados por el eterno deseo de volver a verte.

Me caigo amor... me resbalo y me caigo en este HOY y en este AHORA que, indesmentiblemente, están nulos de ti... y yo, perdida en ello, mientras desciendo, suavemente me pregunto algo tan primordial como sencillo:

¿Sabrá alguien cómo se deletrea la palabra ausencia?


*Azul
 Quilicura, 03/2007

*(Cuando escribo muy triste, a veces, soy Azul)

viernes, 12 de noviembre de 2010

Entrevista a Amanda Espejo en Mis Poetas Contemporáneos.



Entrevista a AMANDA ESPEJO
Por Gustavo Tissoco


MPC - ¿Qué es para usted la poesía?

- La poesía es...indefinible, pero si pudiera atreverme definirla sería ...una síntesis de sentimientos expresados con la palabra bajo el “ojo” crítico de la estética. La sensibilidad, la postura, la visión particular, formada por el devenir de cada cual, todo ello redunda en una creación que ha de reflejar en su hablante algo y mucho más acerca del poeta quien la escribe. Algo así...

MPC - ¿Podría usted contarnos un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?

- Yo, ante todo SOY MUJER (me parece especial eso), hija, madre, abuela y de un cuanto hay. Escribo desde siempre, pero no en forma determinada como comencé a hacer desde hace unos diez años atrás. Acabo de publicar mi primer poemario: No hay más que ESTO, centrado en las variables (algunas de ellas ) del erotismo. Mi realización en la escritura no se limita a la poesía y es en narrativa, en el género cuentos, en donde más he participado en convocatorias literarias y obtenido varios reconocimientos por ello.


MPC - ¿Cuándo empezó a escribir? ¿Por qué?

- Empecé a escribir de la forma que describo anteriormente, debido a un proceso de búsqueda personal que no pude definir sólo con la vida en pareja, la maternidad, el trabajo, etc. Sabía que faltaba algo, y no digo que sea este oficio de escribir lo que me completa, pero sí es la herramienta para acercarme a lo que busco: mi propio reconocimiento.

MPC - ¿Cómo definiría a su poesía?

- Como variada, predominando, tal vez, la amorosa, que sin poder evitarlo liga con otros temas igualmente valiosos y necesarios de referir, como lo filosófico, el sentido social, religioso, etc. Pienso que si aunara todos esos términos en el concepto “poesía humana”, estaría más que bien representada.

MPC - ¿Qué autores influyeron en su poética?

Varios...dependiendo de la edad. Me referiré (por nombrar algunos) a Gabriela Mistral, Gonzalo Rojas, Eduardo Anguita y, no aumentaré la lista pues, en el fondo, comienzo a nombrar a los que me gustan, pero no estoy segura de su influencia. Pienso que lo que más me ha influido es...la necesidad de crear, de buscar mi reflejo.

MPC - ¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?

- Encontrarme, encontrarme, encontrarme y comunicarme con el resto para ver si alguien se identifica conmigo. Eso significaría que no soy tan huérfana de especie.

MPC - ¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?

- ¡Uff!, qué difícil. ¿Mío dice usted? Tal vez el que identifica mi libro: No hay más que esto. ¿Por qué? Por ello precisamente, por lo inspirador que me resultó para seguir trabajando.

MPC - ¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?

- Ha cambiado en el sentido de ir perdiendo el temor a innovar, a experimentar nuevas formas y estructuras.

MPC - ¿Para usted se nace o se hace escritor?

- Pienso que ambas cosas, que pueden darse juntas o por separado. No creo que hayan reglas en esto.


MPC - ¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?

- Que sea él o ella misma...que no se contamine copiando estilos u ópticas que pueden impactar, pero que, al final, no pasan de ser un gesto de rebeldía pasajero y ultra abusado. Un llamado de atención efectista sobre un tema en particular, sin el peso o respeto suficiente para llamarse poesía.

MPC - ¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?

- Como siempre...un negocio como cualquier otro, y en los negocios siempre prima la ganancia. ¿Por qué pedirle más a un comerciante o empresario? Lo demás, lo distinto, hemos de lograrlo nosotros mismos: cambiarle el ritmo al baile, comprometernos con ello y mover las manos a la par que la lengua. Así...optimistamente, capaz que logremos algo, pero si no es así...¿de qué nos extrañamos? ¿Acaso no hay cientos de temas más urgentes que nuestra escritura? Estamos insertos en un planeta donde todo se está tambaleando. El pretender ahora, en esos tiempos de inestabilidad e ineficacia de gran parte de la sociedad que nos reconozcan como nunca lo han hecho...bueno, me parece que sería pecar un poco de candidez.

MPC - Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela etc ¿Cuáles recomendaría?

- De poesía....”Versos Desnudos”, un compendio de poesía erótica de cuatro autores chilenos de distinto prisma, muy lindo, además, como objeto.

De prosa... “La Amortajada”, de María Luisa Bombal.

De cuentos...¡el que pienso hacer! Fuera de broma, me cuesta decidir porque me gustan demasiados, pero me quedaré con “La Isla de los muertos”, De Bernardo Astudillo.

Mi novela favorita ha sido desde hace mucho “Cumbres Borrascosas”, de Emily Bronté, y ante ello no admito ningún cuestionamiento intelectual ni de ninguna clase.

MPC - ¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter, blogs etc?

- Pienso que es muy bueno haber llegado a ello. Ya que las reglas del juego cambiaron y hay que adaptarse a los tiempos o morir, qué mejor que usar las herramientas que tengamos a nuestro alcance? Lo de los foros...no sé...por mi parte no tengo tiempo para ello y si dedicara todo el día a la red, E-mails, bloggear, redes sociales o llámese como sea, creo que no escribiría nada y, fuera de eso, también tengo vida propia aparte del teclado, así es que acepto y me congratulo de todos los avances, pero...usados con equilibrio, sin caer en la adicción.
Ahora...cambiar totalmente el libro de papel por el virtual...NUNCA.

MPC - Por último ¿Quiere usted agregar algo?

- Sólo agradecerte por el espacio y la atención que dedicas en él a todos nosotros, tus pares, que compartimos la misma afición-adicción-maldición-bendición de pasarnos la mayoría del tiempo soñando con cuál será el tema y el resultado final de nuestra próxima creación.
Los que escribimos, a veces, porque es lo mejor que hacemos, o en su defecto...porque no existe otra cosa que podamos hacer bien.
¿Con cuál te quedas tú?


Amanda Espejo

lunes, 8 de noviembre de 2010

Acerca de "No hay más que ESTO", por Lucy Acuña.

Amanda Espejo con Lucy Acuña.

Lanzamiento del primer libro de Amanda Espejo
No hay más queESTO.

Por Lucy Acuña Aviles.


Bajo este título, nuestra escritora de La Mancha presentó 32 poemas que expresan lo más profundo de la femineidad y el erotismo.

“La sangre de tus mareas / los temblores de mi sexo / al ritmo de mis caderas / al compás de tus excesos…”

Verso a verso, la propia Amanda Espejo leyó una selección de sus poesías en el lanzamiento de su primer libro, No hay más que esto, realizado en el Café Fawaz, el pasado martes 7 de septiembre.

Fue el resultado de un trabajo de tres años, puliendo textos y buscando en su propio interior la esencia del erotismo.

No fue fácil sacarlos a la luz…

- ¿Sentiste pudor al leer estos poemas?

- Me costaba, pero la idea era hacerlo en este lugar, un lugar íntimo, donde me supiera rodeada de personas cercanas, que no van a estar pensando cosas equívocas. 

- También te costó decidirte a publicarlos…

- Lo mío era una búsqueda, por eso me demoré. Quería investigar en mí misma, mi propia interioridad: qué es lo que siento, qué palabra me representa mejor… Hay miles y miles de preguntas que surgen al momento de crear.

Una búsqueda personal que tuvo como resultado una explosión erótica que identifica a todas las mujeres. Al menos así lo expresó la escritora Lila Calderón, autora del prólogo de esta obra.

“Eso es real: la mujer es fértil, y también obedece un llamado. Las fuerzas de la naturaleza la encienden. Me gusta como ella lo asume: lo trabaja con seriedad, pero con intensidad, y con la fuerza de la poesía”.

También está el uso creativo de los recursos literarios: “Amanda interroga al lenguaje, lo pone en duda. Trata de representar un poco más allá de los límites de cada concepto”, dijo Lila Calderón.

Expresividad que en el caso de Amanda promete seguir avanzando.

- ¿Has notado obstáculos para que las mujeres se desarrollen en la literatura?

- Hay una especie de rivalidad, pero es más por un desconocimiento. Sí me interesa ser aceptada como mujer, y de la forma en la que yo quiero expresarme. Yo quiero escribir como yo lo siento en mi interioridad. Yo creo que nadie puede escribir sobre amor o erotismo, sin ir al interior, porque está muy adentro de nosotros. Esto no es cuento , no es narrativa, en la narrativa tú ficcionas. Esto lo sientes. Esta soy yo. Yo me atrevo a sentir así.

- Para el futuro, ¿Tienes algún otro proyecto de libro en carpeta?

- Tengo un anhelo de empastar o publicar varios cuentos que no son de este género, pero son cuentos que me satisfacen mucho, que han marcado momentos de mi vida. Me gustaría hacer algo en narrativa también.



Ficha del libro:


No hay más que ESTO.
Amanda Espejo
Poesía
81 páginas
Ediciones del taller, 2010

Comentarios acerca de este libro expresados la noche de la presentación:

“Trasciende de lo cotidiano, de lo ordinario, y pasa a ser una belleza”
Ariel Blumel, escritor .

“Ella es atrevida, pero en el buen sentido de la palabra. Ella toma al Eros y lo hace suyo”.
Patricia Pinchón, poeta

“Parece que no queda tranquila si no escribe así como escribe”.
Rosita Arancibia

“Eso carnal, que le fue dado expresar a las mujeres…"
Manuel Andros, poeta.

“La encontré una poesía moderna, hermosa. Me encantaría poder escribir como ella”.
Melania Tello, poeta.


Lucy Acuña Aviles
Periodista
Radio Agricultura
Publicado (en síntesis) en La Mancha # 16

martes, 2 de noviembre de 2010

Mi invitación / Entresueños

Texto  publicado en Mis Poetas Contemporáneos, de Gustavo Tissoco. Esta vez conservé la imagen que usó él porque lucía muy bien en su página, claro es que con fondo negro y texto en rojo es "otra cosa", pero...mi esencia está aquí, inalterable, para compartir ambas muestras con quien lo aprecie!





ENTRESUEÑOS


Esta noche a falta de espacios propios
ven a vivir a mis sueños,
dentro de un mundo onírico
donde nadie pueda vernos
de contornos imprecisos
e interminables senderos
en donde nadie transita
ni se llega a lado alguno
que no sea aquí, a mi lado,
(y heme, aquí al lado tuyo)
como luz amortiguada
aguardando este momento:
Ven... apágame ahora,
rompe mi cuerpo de niebla
al contacto de tus dedos,
que no quiero más alumbre
que este brillo del deseo
reflejado en nuestros ojos,
exhalado en nuestro aliento.
Ven... tómame ahora,
como no lo hiciste nunca
en el otro mundo "cierto"
por causa de los "decires",
de las culpas y los miedos,
y cómeme el corazón
para amarte desde adentro.
Ven... revíveme ahora,
sóplame tu amor de nuevo
quiero ser tu creación,
tú, mi dios y mi asesino.
Haz del vivir la pasión,
haz del morir el destino
cuando se despierte el sol.
Ven... descansa ahora,
envuélvete entre mis brazos
encadenando las horas,
respiremos, noche a noche,
demos la espalda a la aurora
e ignoremos al dios tiempo
pues la vida... es una sola.



Amanda Espejo
Del poemario:  No hay más que ESTO.

viernes, 8 de octubre de 2010

Mi "alerta" / Fábula de la Garza y la Serpiente

Pintura de Maritza Álvarez



FÁBULA DE LA GARZA Y LA SERPIENTE

Hace muchísimo tiempo, cuando los animales aún hablaban, una alegre y confiada garza de cortas patas se posó en la ribera de un lago para saciar su sed. Mientras realizaba sus acostumbrados movimientos - cuello arriba y cuello abajo - oyó unos tristísimos lamentos provenientes de los juncos ribereños. Intrigada, se acercó y con su largo pico separó los tallos encontrándose cara a cara con una atribulada serpiente. Confiada como era, no sintió ningún temor y por el contrario, solícita preguntó:
- ¿Qué te sucede pobrecita serpiente? ¿Por qué lloras de esa manera?
- ¡Ay de mí! - Se lamentó la serpiente -. Si tú supieras cómo es el bajo mundo donde vivo...
- ¿El mundo donde tú vives? - Se extrañó la garza -, pero, si es el mismo mundo en que yo vivo y no me parece nada terrible. Al contrario.
-¡Ah! Eso es porque tú te lo pasas volando y ves las cosas sólo por encima, pero yo, aquí mismo, debo lidiar con todos los animales que corren por la tierra, y además de tener que mirarlos siempre hacia arriba, soy despreciada por ellos. Soy temida e incluso odiada, y no existe uno sólo de ellos que yo pueda llamar "amigo". Me siento totalmente discriminada.

Libritos "Hecho a mano" con la fábula y la garza.

 Eran tantos los lamentos de la serpiente, que la compasiva garza venció toda su natural resistencia y le dijo:
- Por favor, no digas eso ni sigas llorando. Yo no veo nada malo en ti. Y ahora que he escuchado tus penas, me gustaría llamarte amiga.
- ¡Oh! ¿En serio serías mi amiga? Estoy muy emocionada - dijo la serpiente enjugándose unas lágrimas.
- Por supuesto, y cada vez que nos encontremos, ambas podremos contarnos nuestras cosas - reafirmó la garza -. Ahora tengo que seguir con mi vuelo. ¡Adiós amiga serpiente!
Y dándose la vuelta, comenzó a salir de entre los pastos. De pronto, sintió que algo la agarraba por las patas y la empezaba a sofocar.
- Pero... ¿qué te pasa amiga serpiente? ¿Por qué me haces esto?
- Disculpa amiga garza - dijo la serpiente, volviendo a su silbido habitual -. Te agradezco mucho tu amistad, pero te he contado muchas cosas de mí, y al enterarte tú mis temores y debilidades, ya no puedo dejarte ir.
La pobre garza no podía creer lo que escuchaba y aterrorizada trataba de evitar que la serpiente llegara a su cuello.
Y ese hubiera sido su fin, si no fuera porque en ese tiempo todavía sucedían los milagros, y en recompensa por su solidaria actitud, de pronto, sus patas se estiraron y estiraron impidiendo – de esa manera - que la serpiente estrangulara su cuerpo. Y así, escapando del mortal abrazo, echó a volar llevando tras de sí como una estela, sus largas patas color de rosa.


Amanda Espejo
Quilicura, 9 - 03

* Este texto lo incluí en el proyecto Hecho a mano, en forma de librito artesanal, y todo por la inspiración que me dio la linda garza de Maritza Álvarez!

miércoles, 6 de octubre de 2010

Mi regalo / Prólogo de Lila Calderón

Ante los cariñosos mensajes que me llegaron debido a la publicación  en el  Blog Sech del prólogo hecho por Lila Calderón para mi libro, me vi "obligada" (en agradecimiento, no por jactanciosa) a ponerlo aquí, en mi espacio, para pegar en los comentarios las palabras de mis amigos (as).
Si lo desean, pueden leer los comentarios y dejar su valiosa opinión.

Mujer y Poesía

Fotografía obsequio de Alejandro Wasiliew


En el libro “No hay más que esto”, de la poeta Amanda Espejo, encontramos una hablante poderosa, cuya voz expresa con fuerza toda una gama de sonidos, sabores, tonos y emociones que dialogan con el ser amado, presente o ausente, encendiendo palabras que hacen arder la piel o arrojan sobre la tierra humeante las brasas del deseo para que en cada nuevo encuentro se encienda el fuego que habrá de revivir la pasión que ambos sienten, “Absortos en el mutuo reconocimiento/ de este misterio atávico/ llamado origen”, como se anuncia en el poema “Es ahora”.

Entre los temas que preocupan a la autora se encuentran fundamentalmente el amor, el paso del tiempo, el dolor de la espera, el estremecimiento que produce el observar las fuerzas de la naturaleza en su relación con la esencia femenina, y la experiencia de vivir —con toda su complejidad. Existen fuerzas que amenazan con desbaratar el encanto, desgastar el hechizo, la pasión, el asombro ante el regocijo del amor irreductible. Y el poema asiste para saborear la palabra, encadenar sonidos, dar ritmo al verso, encender el faro que da cuerpo a la marea y disipa el silencio.

Voz fecunda de mujer que a veces gime o grita, o borda de ecos y recuerdos la página reveladora, cuando al modo de una oración suplicante dice en el poema “Entresueños”: “y cómeme el corazón/ para amarte desde adentro. / Ven… revíveme ahora, / sóplame tu amor de nuevo/ quiero ser tu creación, / tú, mi dios y mi asesino”. Eros y Tanatos tensando la cuerda, vibrando peligrosamente sin saber hasta cuándo.

A veces la hablante se enfrenta con el lenguaje, lo interroga, lucha con la palabra en la búsqueda del sentido que refleje la sorpresa, el goce, la duda, la luz, la intuición rescatada al vuelo sobre el amanecer. Multiplicidad, complicidad, oráculo o monólogo, es a menudo un velo que desnuda la entrega “con la piel pegada al cristal de la ventana”. Así leemos en el poema “Un momento”: “Te floreces/ Te fluyes/ te escurres/ Te viertes/ con un asombro suave/ temblando en los ojos”. Esos ojos que le permiten también “descifrar los códigos secretos”, y que se mantienen a través de los siglos “indiferentes al polvo del tiempo/ e inmunes al engaño/ de las falsas traducciones”. Existe también el diálogo con la poesía amorosa masculina. Tal es el caso del poema “Intertextualidad”, donde cita el Poema 20 de Pablo Neruda: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche”, al que responde con sarcasmo: “Escribir por ejemplo… sobre la crueldad del tiempo: / tan efímero, tan inasible y leve…”

Un continuo despliegue de sedas se alzan entre las páginas de este libro, que se abren ante el lector como jardines aromáticos, dibujando sombras que parecieran danzar “entre esta humedad pegajosa, / doliente, cálida, fresca y gozosa/ que resulta del lloverse juntos, / del regocijarse juntos/ ante el descubrimiento de amar”. Una pasión que también abre heridas, obliga a cambiar de piel, o a mutar para huir del dolor, padeciendo las acostumbradas metamorfosis y resurrecciones que el ejercicio del vivir impone y del cual la poesía es capaz de dar cuenta para exorcizar la soledad, el miedo, la incertidumbre. Como en “Altamares”, cuando la hablante invoca al amado: “Tú, mi faro de cardinales, / con tus cuatro extremidades/ marcando en cruz mi destino”.

Porque la poesía teje sus redes con hilos finos y nudos fuertes, compartimos sobre el espejo del cosmos los mismos problemas humanos del origen. Y por la misma razón la intuición poética nos permite sospechar que hay un sentido superior en este transitar por la tierra… y escribimos, y buscamos en la palabra despejar el enigma, encontrar el fuego secreto… como lo hace Amanda Espejo en estos textos que nos llevan a reflexionar sobre la demoledora afirmación del título del libro: “No hay más que esto”. Y sin embargo un dramático mundo se alza para configurar el drama de la existencia que nos sitúa a todos en el mismo escenario.




Lila Calderón.
Invierno 2010.

domingo, 3 de octubre de 2010

Mi reflexión / En descarnado, publicado en Revista Koyawe # 25



*Esta es una de las tantas perspectivas en que se puede colocar un escritor-ser-humano-pensante para dar a conocer su punto de vista. Tal como un pequeño texto ensayístico, no pretende ser la verdad absoluta.



EN DESCARNADO


A saber, y a modo de reflexión:

De entre toda clase, tipo, forma o calaña de ser humano existente en la tierra, por favor, no me den un POETA, tan dañinos a mi juicio, que sólo son comparables a un inquisidor.
Tal vez, deberíamos hablar de una sub-clase, o de una degeneración del SER, puesto que, en sus estados más lúcidos, se les puede encontrar dándoselas de filósofos. Uno más de los tantos mitos que los rodean.
¡Vamos! Traspasemos pues, el velo de la ilusión y analicémoslos en toda su real dimensión.

EL “POETA-FILOSOFO”

¿Amigo de la sabiduría?
¡Bien! Si por sabiduría se entiende cambiar de careta cual si estuvieran en un baile de abanicos... estaría acertado. Dejémoslo así.
¿Enamorado del amor?
Si por amor entendemos a su propia persona, es aceptable. No hay nada que un poeta ame más que a ÉL mismo.
¿Creador de mundos nuevos?
Aterricemos: más bien, destructor de la siempre necesaria realidad. Su mundo inalcanzable no engendra más que frustraciones.
¿Forjador de sueños?
Lo dudo. Sus versos suelen ser el génesis del insomnio. Provocan sueños persistentes y, a la vez, tan intangibles, que su gravidez no basta para abatir nuestros párpados.
¿Escultor de la palabra?
Podría ser, más su cincel suele ser el egoísmo. Un continuo reinventarse a través de la belleza del lenguaje. ¿Neologismos? Simplemente, otra manera de llamar la atención de sus pares: con algo de suerte, lo recordaran como una ocurrencia suya. Lo más probable: nadie nunca lo usará.
¿Infatigable buscador de formas?
Veámoslo en toda su crudeza: INCURABLE MUERTO DE ENVIDIA. No soporta la supremacía del OTRO en cuanto a una determinada disciplina. Nada es más fácil ni conveniente que declararlo OBSOLETO, y mostrar al mundo la nueva inspiración salvadora: su nueva forma.
Pero, entonces... ¿y su sensibilidad?
Acepto que es un sentir común el pensar que los poetas gozan (o sufren) de una sensibilidad extrema que los induce, inevitablemente, al sentimiento de amar, y por consecuencia, a la creación. Sin embargo, nada más lejos de la verdad: podríamos transar en cuanto a lo relativo a su sensibilidad, pero en cuanto al orden de causa y efecto, estaríamos en un error.
La secuencia correcta no es así: sensibilidad-enamoramiento-creación. Es mucho más elaborada: estado de sensibilidad extrema – NECESIDAD de inspiración – búsqueda de SUJETO para experimento – logro de seudo enamoramiento – exaltación anímica – versos a raudales – congratulación del YO.

(Nota: si la inspiración se agota, se recomienda cambio urgente de SUJETO inspirador).

Naturalmente, lo que suceda con la hilera de sujetos damnificados que hagan huella tras su paso, no tiene la menor importancia.
Se que aún con todo lo expuesto corro el riesgo de parecer poco creíble o, lo que es peor, que mis palabras parezcan carecer de asidero fiable, sin embargo, lo tienen, y desde más de una perspectiva.

¿Podría alguien objetar la enseñanza de mi razón basada en mi propia experiencia?
No me pareciera justo.
Yo he sido una lectora más, tratando de escarbar el suelo donde se asienta un poema para SABER qué hay bajo la superficie. He apartado sus frutos, he separado sus hojas y he llegado a la raíz queriendo descubrir su esencia. La mayoría de las veces, me he encontrado con las manos vacías pues, la esencia creadora ya se ha marchado en búsqueda del final de otro arco iris.
También, en ocasiones he sido una víctima más del impacto de la belleza, y he prendado trozos de mi vida al “ dios creador” en paciente espera de que él se manifieste en mi persona... “ y te he creado y te he rescatado de entre mis sueños, y te he venerado y te he planeado tu muerte para poder gozar del placer de resucitarte...”
Mas, nada ha sucedido. Nada que no sea digno de un pequeño ídolo hecho de barro.
Poetas de barro, ídolos poetas. Poetas... sin dioses... únicos dioses de sus insignificantes personas.
Tan insignificantes como yo misma. Tan poeta YO como todos ellos. Tan poderosa de la mente y tan frágil de mi pobre alma, creada por la diosa que subyace en mí.
Poetas elegidos para iluminar conciencias, predestinados a sufrir el castigo de no lograr VER dentro de nosotros mismos... comprender esta mierda de vida... poetas de mierda. Poetas insoportables, insufribles, indeseables, irrepetibles... a veces, hasta ilegibles, pero siempre irremplazables.
Quizás en eso radique gran parte de mi manifiesto inicial: IRREMPLAZABLES.
Es cierto. No es posible ninguna clase de trueque o permuta y, para desgracia de mi persona, me es imposible librarme de esa ralea: hay UNA latente dentro de mi, y todos los días me condiciona y me lo refriega ante a mis ojos allí, dentro del sin-espacio de mi viejo espejo.




Amanda Espejo
Quilicura / Octubre 23 / 2004


Contactos para KOYAWE:
Luis Macaya Jiménez
Director-Editor Revista Koyawe
Casilla 522 - La Serena, Chile

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Mi lectura / La Cama



Este registro audiovisual del último texto de mi lectura,fue filmado por Margarita Bustos en nuestra visita al Chancho Seis, y aunque no alcancé a escuchar a Zara Bahdí...la quise incorporar aquí, como en los viejos tiempo.
El Chancho...bueno, ÉL tenía que estar, y la edición fue aporte de mi hija Susana. ¿El resultado? Se hace lo que se puede, pero... ¡con muchas ganas!
¡Ah!, el texto está en mi libro "No hay más que Esto", para que se entusiasmen, lo adquieran, y así ayuden a la "pobre-poeta-autoeditada". Gracias!

viernes, 24 de septiembre de 2010

Mi cobro / Deudas




DEUDAS

Para contigo pasa, que...

La vida me arrastra una deuda:
(de rezago, antigua...)
ni prescrita, ni en ausencia,
sin documentos vencidos
ni plazos de advenimiento.
La vida me congela el tiempo
y se me antojan eternas
las faltas de tu presencia.

Me debe el asombro primero
ante el despertar de tu fuerza.
Me debe la inocencia y su pérdida.
Me debe, el tejer amaneceres
extasiados y enredados entre dos.
Me debe un llanto compartido
de alegría, ante la vida nueva.
Me debe tu arado y tu siembra.
Me debe en solitario, pasos,
y las señales torcidas del camino.
Me debe de lo andado, el sentido.

Y para cobrarme de ello
sin terminar esta vieja cuenta
(sea cual sea el objetivo),
llevo un saquito en la cintura
y una ranura entre las piernas.
Cada noche, me repacto contigo
y amanezco un poco más llena
de tus talentos de besos tibios,
de los valores que me revelas
y escondo bajo la almohada
porque...

Para contigo pasa, que...
La vida me arrastra una deuda
que exijo que pague y pague
sin boleta, factura ni recibo
para que nunca, nunca se acaben
los abonos impagables de tu parte.




Amanda Espejo
Quilicura/9/2006

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Presentación de mi libro NO HAY MÁS QUE ESTO




Ayer, tal como lo deseaba, rodeada de familia, buenos amigos y compañeros de letras, se llevó a cabo la presentación de mi libro NO HAY MÁS QUE ESTO.
No quiero repetir en este espacio lo que puse en el blog de LA MANCHA, así es que aquí me dedicaré a agradecer a todos quienes me acompañaron anoche y durante el largo proceso que fue necesario para concretar la publicación de este libro. ¿Motivos?, la inseguridad principalmente; el temor a mostrarme demasiado desnuda y expuesta  frente a un público abierto, dentro del cual, aún pienso, ha de haber quien no comprenda o malentienda mi propuesta. Sin embargo, eso ya lo he dejado atrás, y ha sido en gran parte por el apoyo recibido desde muchas personas, quienes confiaron y me animaron a seguir adelante. Mención especial debo hacer de Lila Calderón, mujer, poeta,amiga, artista completa, quien sin ningún problema y llena de entusiasmo se tornó en parte importante de este trabajo. También, logicamente, debo nombrar a mi compañero Pablo Delgado, quien me regala, tal como dije ayer, el tiempo libre necesario para que yo me pueda sumergir a mis anchas en el mundo de las letras y difusión cultural.
Fue, agradabilísimo ver ayer a personas que no veía hace un buen rato, como por ejemplo, a Cristian Fox y a Zara Bahdí, nuestra amiga manchada que, aunque corriendo, llegó en el momento adecuado para darme su apoyo.
Agradeceré aunque sea con los nombres al "equipo" maipucino: Lichazul, Ana María Fabio, Yorka, Mario, Melania Tello (de Lonquén); a Mery Coloane y Denni Zu, del grupo Encuentro, a los quilicuranos Miguel Mora, Miriam Lagos, Arjex (con Lucy), Ariel y Rosita; a Nancy Molina y a Fernando; a Patricia Pinchón, Manuel Andros, Alejandro Wasiliew; Laurita, Francisco, Bastián, Susita y Mariela; a los músicos; a los que no conocía, y por último, a los dueños de casa Yasmín Fawaz y Michael Hill, quienes en todo momento facilitaron las cosas para que todo resultara bien.
También agradezco a los que por algún imponderable no pudieron llegar (en algún otro momento compartiremos y hablaremos sobre esto), y a los que por la distancia les era del todo imposible...Maritza, Ian, María Bernal, en fin, todos, a todos los que llevo en el corazón por uno u otro motivo. Ahora el trabajo está hecho y sólo queda el disfrutarlo!
¡Estoy feliz!

jueves, 2 de septiembre de 2010

Mi cuento / Akui we tripantu



AUKI WE TRIPANTU
(Llegó el nuevo año)


La noche del 23 de Junio del año 2012, horas antes del solsticio de invierno, Andrés Mora Paillamán caminaba firme por la Alameda rumbo al Cerro Santa Lucía, a la celebración anual del Wetripantu que se suele realizar año tras año en la terraza del antiguo Cerro Huelen. Una mezcla de sentimientos antagónicos le merodeaba el pecho. Y era de esperar de alguien como él, desconfiado al máximo de cada cambio que la vida le presentara. Ello lo aprendió desde niño, cuando se dio cuenta, aun en medio de su inocencia, de las burlas solapadas que causaba en sus compañeros de colegio su apellido materno. El “Mora Paillamán Andrés” de la famosa lista de asistencia jamás dejó de atormentarlo y nunca tuvo carácter ni para obviar las bromas, ni para enfrentarlas. Con los años y no sin algo de vergüenza por su parte, optó por evitarlas; de este modo, amparado en el “Mora” logró sortear sin sobresaltos la enseñanza superior relegando a un tercer y cuarto puesto el apellido materno hasta conseguir que quedara en el olvido.
La verdad es que muchas veces se sintió tentado de devolverle su importancia e involucrarse más a fondo en la problemática que solía envolver el día a día de los pueblos originarios, pero los ojos claros de Bernardita, su esposa y el cabello rubio de sus dos hijas se lo impidieron. No fuera a ser que...
Hoy, a sus 47 años y con sus hijas en la universidad, el destino le jugaba una vuelta de tuerca: Alicia, la menor, contrariamente a lo esperado había descubierto por sí sola la cultura de sus ancestros, y se encontraba fascinada y orgullosa a la vez de portar, aunque distante, el apellido de la abuela paterna.
- Son otros tiempos papá – le dijo la tarde que lo enfrentó. Yo no quiero ni tengo que actuar como tú. ¿Acaso no te das cuenta cómo han cambiado las cosas? Atina papá; ya pasamos de sobra el Bicentenario.
Él, más ceñudo que de costumbre, solía refunfuñar frente a esto.
- Los cambios – decía –son de los dientes para afuera. Todo ese folclorismo cínico que se ha puesto de moda no es más que una excusa para disimular los problemas de fondo, la discriminación encubierta y el abuso milenario contra nosotros, los pueblos diferentes. Por eso mismo fue que yo...
- ¿Yo qué papá? ¿Quieres decir que por eso te negaste tanto tiempo? Y la abuela, ¿no pensaste en cómo se sentía ella?
- Tu abuela nunca tuvo queja de mí, al contrario, mientras vivió siempre me puso como ejemplo de perseverancia y superación.
Cada vez que la discusión llegaba a un punto parecido, Alicia lo miraba tristemente y luego se daba la vuelta y comenzaba a cantar bajito. Tatareaba algo suave y rítmico, algo heredado del quimün (conocimiento) que habla del canelo, del newen y de todo lo que Wün fucha (Dios, creador) le ha dado a su pueblo para cuidar y mantener con la condición de que tomen sólo lo que es necesario. Su voz y la lengua milenaria hacían que Andrés retrocediera en el tiempo, tan así, que le parecía estar oliendo el seno de su madre.
¿Cuántas veces se había repetido entre ellos esta escena u otra parecida?
Exactamente, Andrés no lo sabía, pero le habían parecido incontables hasta que este año, recién pasada la barrera temporal del Bicentenario, los legisladores, atizados por el clamor cada vez más amplio de los ciudadanos responsables del país, se dieron maña en aprobar nuevas reformas en distintos campos que, sin lugar a dudas, hacían pensar que de una vez por todas el Respeto y la Igualdad dejarían de ser un par de bonitos vocablos al capricho del orador más capaz.
- Ahora es distinto - le explicó una vez más Alicia -, ahora no se trata de que sea algo decretado nada más que por ley. Hoy, la ciudadanía lo pide porque lo siente, y lo siente así, porque han escarbado hondo, mucho más hondo que yo lo hice para reencontrarse con sus orígenes y encararlos sin vergüenza con el propósito de aceptarse y potenciarse mutuamente.
Aquella tarde, ella lo había abrazado emocionada y luego había partido corriendo a celebrar por las calles.
Andrés había dudado, lo admitía sin pudores. Había dudado y mucho. Dudo en conversarlo con su mujer, dudo en preguntar sobre aquello en su entorno y hasta dudó de las noticias de la TV y de los diarios de distintas tendencias que se exhibían en los aparadores. Mas, no fue capaz de resistirse a la invitación de Alicia, la que abarcó a todos los integrantes de la familia:
- Atención familia: esta noche los espero a todos en la Alameda para la celebración del Wetripantu. ¡Año nuevo mamá! Si, sé que no entiendes mucho, pero quiero pedirles que esperemos juntos el momento en que la noche camina de regreso dando paso a un nuevo ciclo de vida. Es muy bello y simbólico todo aquello y estoy segura que les va a gustar... y sobre todo, sé que a la abuela Marta esté donde esté, le va a encantar.
Todavía sorprendido con la actitud complaciente del resto de la familia, Andrés caminaba a esta hora a la cita enterrando el último de sus temores: la reacción de su mujer. ¿Acaso había sido necesario tanto silencio y desconfianza de parte de él?
No podía asegurarlo, pero a medida que avanzaba, el relajo de la gente, su risa alegre y las actitudes confiadas de las personas que seguían su norte le hizo creer que tal vez, sólo tal vez, había exagerado un poco, corriendo el riesgo de borrar de su existencia la memoria de su pueblo. Hoy, pensó, es tiempo de echar pie atrás. Nunca es tarde para ello si se tienen claras las cosas. ¿Claras? Andrés echó a reír sin ningún tapujo en medio de la calle. Le parecía tan raro que después de una vida de represión interna, fuese a dejar todo atrás de una manera tan fácil. Seguramente, él estaba bendito esta noche especial y sólo de pensar en el nuevo amanecer y en su espíritu renovado y limpio le hizo apurar más el tranco. Pudo distinguir varios conocidos e incluso algunos amigos de juventud durante la subida a la terraza.
- No puede ser... ¡miren quien viene allí! ¿No es “el Mora”?
- Nada de que “el Mora” – interrumpió él, amable pero muy seguro –. Me llamo Andrés Mora Paillamán -. Y haciendo honor a su nombre, continuó, tranquilo, a las alturas.






Seudónimo: Cóndor Tranquilo

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Mi fecha clave / Martes 7 de Septiembre - 2010


Después de casi tres años de trabajo interrumpido  e indecisiones, por fin, mi poemario.
Estoy muy feliz!

Collage de Amanda

miércoles, 25 de agosto de 2010

Mi retorno / Des-andares

DES-ANDARES



ansada, ante la milésima encrucijada del destino, me resigno, doy vuelta la espalda a sus ramales y vencida, comienzo a borrar mis propias huellas sobre la arena. Atrás dejo el mar de lo inexistente, reflejo fiel de cada uno de nuestros deseos. Atrás. Niego mis oídos a sus cantos de sirena: no escucho otras voces que no sean las del regreso.

Mis manos ovillan el hilo de Ariadna con la confianza ciega que me da el recuerdo... Había un algo... un lugar... un SER. Mis sentidos se aligeran a la par que mi equipaje. Aquí, a la vera del sendero dejo un hatillo con el desgaste del tiempo y el peso de los años.
(¡Oh, tristeza... y los fútiles años de búsqueda estéril!...)

"La verdad, no está por SER, ya ha SIDO..."

Investidos por la prisa alada que da el cansancio, mis pies deshacen con esmero cada valle, cada esquina, cada sitio en donde posé mis pasos.
Ahora, he de mirar de frente los colores del fracaso. He de escarbarlos entre las grietas vivas de mi memoria por un breve y último instante. Luego, el atrás; asumido, ya no más.
Ya no hay cercos ni culpas que me contengan. La razón me sobrevuela, ingrávida, libre, y ni siquiera esta piel ajada y curtida al sol es capaz de mantenerme dentro.
Es... un desgastar lo vivido al máximo. Es mi nueva "vieja-piel" que se desgarra, traslúcida, como una lluvia de escamas sobre el zarzal que circunda la colina.
Allí, sobre su ladera izquierda aún subsiste el campo de brezos que salpica sus faldas; allí, entre la fuerza inalterable de sus raíces reencuentro mi propio origen.
Asciendo con renovados bríos, en una loca carrera que no es tal, es otra ilusión de los sentidos... la verdad, es que me deslizo lenta y segura, con la placidez que dan las certezas.

"Voy, estoy por SER. Tu verdad me completa".

¿Qué podría perturbar mi ensoñación? Nada. Hasta la sangre que brota de mis plantas me parece hermosa: el más digno tributo al momento del encuentro.
Me arrebato en la limpidez del aire que te precede... ¿Será que mis pulmones presienten la felicidad? Debe ser así. Atrás quedaron las turbiedades empantanadas y las tormentas de arena.
Me desmayo; mi entereza se desmorona frente al descubrimiento sólido del hogar: ya no es sólo un presentimiento. Mis manos... ¿podrán obedecerme? Parecen desintegrarse frente al umbral.
Fotografía de Maritza Álvarez


Con último esfuerzo me obligo a tocar tu puerta... (mi puerta). Te veo venir sin que esta se abra... ¡Eres, estás, persistes! Por lo tanto, cobra sentido el largo devenir de mi existencia.
Me muero por segundos para volver a vivir. Las palabras se extravían entre las cuerdas de mi garganta. ¿Es que existe un lenguaje más verdadero que el de los sentimientos?
Por fin, rechinan los goznes y las maderas ceden ante mi ansiedad. Ahí estás y estoy al mismo tiempo. Nunca pude reconocerme en otro reflejo que no fueran tus ojos.
El vértigo invade mi cuerpo ante la imposibilidad de hablar. Todos los signos del tiempo, todas las lenguas del mundo no bastan ante el apremio de expresar lo que siento... es toda mi vida en un segundo.
Un aura cálida me envuelve y en el aire percibo claramente los rumores y fragancias de mi infancia: esas carreras al viento, ese trinar de carcajadas y ese aroma inconfundible a pasto y tierra mojada...
La última de mis resistencias rezagada en mi garganta se disuelve en tu mirada: la verdad no está por ser, ya ha sido. Para reafirmar aquello me bastan cuatro palabras:

"Abrázame... he vuelto a casa".



Amanda Espejo
Quilicura - 1 - 06

martes, 17 de agosto de 2010

Mi alegría / Mi poemario No hay más que ESTO.



Prontamente, presentación de mi poemario NO HAY MÁS QUE ESTO.



*Imagen pegoteada por Amanda para dar la ilusión.

lunes, 16 de agosto de 2010

Mi frustración / Treinta y tres




TREINTA Y TRES


Nosotros recitamos.
Mientras se estremece la tierra
y se desborda el río,
recitamos,
con el alma ungida por una musa alada
(o inventada)
mientras la montaña se traga los años del Cristo.
...33...33...33...33...33...33...33...33...33...
Recitamos a dúo con el rugir del tornado
el bramido de la ola y el crepitar del fuego
mientras la humanidad toda cae,
se estrella contra los elementos
y su propia tozudez.
Nosotros, los elegidos
recitamos
la epopeya del héroe
los coloquios de la ninfa,
los avatares de la existencia
y el culto a lo bello.
Mientras...
el mundo se cae a pedazos en todas sus latitudes.
La Nova Torre de Babel
se desploma a nuestro alrededor
mientras nosotros, los sin alma
persistimos en mirar hacia lo alto
buscando, auscultando en cada astro
o en la luna del espejo.
Me pregunto...
¿Servirá de algo todo esto?
Con la lengua enardecida de orgullo
en nada aliviaremos la hambruna de los pueblos.
Tenemos tanta poesía dentro y tan vacías las manos que...
no hacemos otra cosa que recitar
para acallar la verdad que zumba en nuestros oídos.
Mas nosotros,
collage de poetas,
caleidoscopio vivo de grafía,
nunca, nunca supimos descifrar el canto de las aves.



Amanda Espejo
Quilicura, Agosto - 2010

lunes, 9 de agosto de 2010

Mis apuntes / Sobre la compulsión de escribir.


(La letra debe se de la "demonia". Mía no es. Creo...).


APUNTES del cuaderno.


¿Cuántas veces he roto este cuaderno?
Pobre de él, ya tiemblan sus hojas cada vez que lo abro...y escribo...¿para qué?
¿Para qué escribe el poeta, para qué crea?
¿Para qué pinta el pintor, compone el músico o talla el escultor?
¿Para qué se crea, en general?
Para confirmar, para creer ¡al fin! que se está vivo.
Yo escribo para ello. Junto papeles escritos y reescritos por mí como testimonio de mi persona, como vestigio tangible de mi paso por la tierra. No basta con lo otro: con deslizarse suave por sobre la superficie sin dejar huella. No alcanza el gesto para confirmar una vida. Bien pudo ser el viento...
Lo que no entiendo es cuál es la necesidad de hacerlo. ¿Para qué? Las cosas normales van a suceder normalmente a cualquier ser normal que camine sin ruido. Yo soy anormal. Debo serlo, pues no me creo que estoy aquí si no veo mis propias huellas, y estas son palabras, semas, signos, trazos, cualquier cosa perdurable sobre el papel. Cualquier expresión que signifique ALGO, que comunique algo que no soy capaz de expresar en el simple vivir.
Por ello sé que soy anormal, porque siempre quiero grabarlo todo, marcar todo a mi paso con alguna actitud, postura, reacción o proceder ante la vida por medio de palabras, aunque sea, como ahora, por medio de esta letra infernal.
Soy anormal y escribo poseída. No por un diablo bíblico, sino por mi propia demonia interior, la cual tengo que salir a buscar a... ningún lado, ya que permanece, día y noche, junto a mí.
Era de esperar...si a Dios hay que buscarlo dentro de nosotros, obviamente, algún demonio o demonia ha de convivir también con él. Así es la vida.


Amanda Espejo
(Cualquier día).

miércoles, 4 de agosto de 2010

Mi inquietud / ¿Se puede desear más?

 Este librito es parte del proyecto Hechos a Mano que pensamos con Lila y Yasmín en Casa Fawaz. Está hecho en un formato muy sencillo, siete por once centímetros,  para que pueda ser copiado por niños o jóvenes estudiantes (digo yo!), y se guarda en un tubo reciclado de papel higiénico. 
En él puse el poema que expongo abajo, un poco resumido, pero se lee bien. Aquí, versión completa:


¿ SE PUEDE DESEAR MÁS ?


Desde algún tiempo penan mis ojos
por algo incierto (algo faltante)
que no acierto a definir...

Voy a subir a la cima antes de que huya la noche
para guardar en mis ojos lo vasto del horizonte.

Y puedo ver...

El despuntar del alba correteando las sombras
un disco de oro que emerge tras la montaña
lanzando brillares cálidos sobre la tierra.
Es hermoso... la promesa del comienzo se renueva.

Los campos se esponjan ante la semilla
la Madre Tierra pare sus hijos de amor,
frutos de alimento, frescor de follaje.
Es maravilloso... la promesa de la vida se cumple.

Más allá, un azul nuevo delimita el cielo
un espejo de agua esconde los secretos
de mareas que danzan de ida y vuelta.
Es reconfortante... la promesa del retorno se confirma.

Hombres y mujeres construyen los caminos
emulando a los dioses, capturan la belleza
creando mundos de formas, sonido y lenguaje.
Es alentador... la promesa de evolución se concreta.

Al correr de las horas, el día se repliega,
el crepúsculo irrumpe con flores de colores
pintando las nubes de fuego y oro.
Es bellísimo... la promesa de lo opuesto se acentúa.

Me envuelve una noche silenciosa
la Diosa Luna, en un gesto amoroso,
me descuelga estrellas bañadas de plata.
Es revelador... la promesa del infinito se percibe.

Se ha completado un ciclo.
Mis ojos están hartos y hambrientos a la vez
cual si faltase una última pincelada
un acorde no compuesto... o una flor sin germinar
un refugio no hallado, una idea no expresada,
senderos sin recorrer o un poema sin entregar.

¿Se puede desear algo más?

Lo irremediable de una lágrima confirma la certeza:
Todo el mundo y su naturaleza no alcanzan
si en ello, no estás tú.




Amanda Espejo
Quilicura / 2004

lunes, 19 de julio de 2010

Mi pesadilla / Yo temo




YO TEMO



A esa noche es la que temo...
“La Noche Oscura”.

Noche enlutada
La no-enlunada
Carente de un astro-brillo
y sus collares de estrellas.
La sin-un-ruido
Noche callada
Donde no canta el grillo
ni se estremece la hoja.
La noche quieta
(no respirada)
La agobiante
La inclemente
La asfixiante
La sin-un-nombre
que bien defina mi espanto.
Sumida en ella
(la de mi llanto)
YO, tu demente,
la eternamente por tus horas delirante,
“poeta-expresa”
para el antojo de a ti cantarte...
¿Cómo haré entonces para alcanzarte con mi palabra?





Amanda Espejo
Quilicura / Junio - 2010

Ilustración: Amanda

martes, 29 de junio de 2010

Mi vigilia / Duermes





DUERMES...



Amparado por una lejanía imprecisa...
Tú, duermes.
Yo velo.
Desgarrada por la urgencia que tu ausencia me genera.
Vuelo
y busco un accidente en el cielo : quizás,
el descuelgue sin aviso de alguna estrella fugaz.

Tú duermes.
Yo me volteo y volteo...
Con un arqueo en el lomo se me disparan los sueños.
Invento
los que me cuento despierta cuando de a poco te muestras
por pedazos ( por fragmentos ).

Tú duermes.
Yo espero.
Y me recorro en despacio para sentir que me sientes.
Oscura
por no iluminar mi NADA con nada de lo que quiero:
son...tus detalles pequeños.

Tú, duermes.
Yo quiero.
Nada más ni nada menos que la gracia incomparable
de lo que NO se está cierto.
Ausculto...
rescatando de entre las sombras aquella forma insinuada
y ansiada por mi pasión.

Tú, duermes.
Yo deseo.
Desde tus palmas en bruto hasta el fragor de tu aliento.
Me enciendo
bajando desde mi hombro, inspeccionando mi vientre
con el ardor de mis dedos.

Tú, duermes.
Yo me encelo.
Hasta de la manta envuelta en tu cintura dormida.
Me pierdo
entre tu ser, el dormido y entre el soñado, enclavado
a lo largo de la noche
y a lo hondo de mi cuerpo.

Y tú... ¿duermes amor?
¿Y esto que a mi lado siento?
¿Y esto que moja mis sábanas?
¿Y esto que estalla por dentro?

Tú...
¿Será que ya has despertado amor?
¿O soy yo que aún te sueño?




Amanda Espejo
Quilicura/ 08/2006

Collage : Amanda

miércoles, 23 de junio de 2010

Mi historia / Según la naturaleza.



SEGÚN LA NATURALEZA




Dicen que los lobos sólo aúllan a la luna...
Falso. Yo sé de una (la que testimonia), que vive penando al sol. Alaridos silenciosos, tanto o más estridentes que los aullidos nocturnos. ¿Parece extraño? ¿Será posible, acaso, ir contra la naturaleza? Tal vez, considerando que toda mi vida ha sido un accidente.
Hace muchos años, muchos más de los asignados a mi especie, mi existencia era feliz. A mis ojos se abrían los secretos senderos del bosque y cada cual conducía a una nueva revelación.
Las verdes praderas se mostraban ante mí en toda su vastedad y el cielo me brindaba gozos variados de viento, lluvia y nieve. La naturaleza entera cantaba para mí:


“ Vamos pequeña, corre y salta,
fortalece tu cuerpo para la caza.
¿Sientes qué bien huele la pradera?
Huele a flores dulces,
a humedad de tierra,
a sudor salado, a sangre fresca.
Sigue tu instinto, corre y mata.
No se puede ir contra la naturaleza”.


El poder de ese canto profético colmó mi espíritu, al tiempo que un irresistible olor caliente a vida salada me arrastraba hasta la ribera de una huella de agua...
Lo reitero... fue un accidente:


“ Y allí estabas, extraño...
reclinado sobre la orilla,
tan fresco de vida como yo.
Frágil, como cría de ciervo,
desvalido, como polluelo caído.
Tu piel lisa, de tierra pálida
y los ojos... tan llenos de tristeza
que el temor no tenía cabida en ellos...”


Fue sólo un instante... (un accidente). Yo me miré en tus ojos, tú te buscaste en los míos y un trozo de nuestras almas cambió de lugar. Las viejas enseñanzas de nuestros antepasados tenían razón y un viento frío de extraños presentimientos nos obligó a huir.
¿Se puede olvidar sólo dando la espalda?
Imposible. No se puede ir contra la naturaleza, y así, incompleta, no soy más que una consecuencia que ni la misma muerte acepta recibir entre sus brazos. Se me han otorgado años, interminables eslabones de tiempo para completar mi búsqueda y he recorrido diferentes geografías en pos de tu olor caliente, a sal de vida, sin reparar en nombres de pueblos, fechas o costumbres de hombres.
Así llegué a este lugar, de nombre en lengua extraña, indiferente para mí, de montañas escasas donde nunca cae mi amada nieve.
Aquí me he refugiado y paso el día aullando al SOL, hasta que la noche ensombrece los caminos y en silencio, puedo deslizarme al valle, al poblado, a sus gentes. De ahí también, obtengo cada luna llena mi alimento, (no se puede ir contra la naturaleza) seres como tú, frágiles como tú, pero carentes de lo que busco: una parte de mi espíritu.


“ Soy la NADA... un accidente,
una depredadora a medias
de apariencia salvaje
y perfume de mujer...
Mi especie me ha rechazado,
los hombres me han perseguido
y hasta el Gran Hacedor
se olvidó de mi destino...”


Dicen que los lobos no pueden llorar...
Falso. Yo he llorado hasta la última partícula que respiro, y hace tres noches, durante la pasada luna llena, incontenibles lágrimas de alegría desbordaron mi SER: he percibido tu olor y fue una sensación tan aguda que frustró mi cacería y cualquier otro impulso ordenado por mi instinto.
Por eso, esta noche he regresado tras tu estela hasta el pórtico de tres piedras. He traspasado el umbral y he subido hasta tu habitación... te he encontrado y me he encontrado. Extraños amuletos cuelgan de tu pecho... ¿de qué te proteges? ¿Qué dioses has debido inventarte para controlar tu instinto?
La sorpresa de tu mirada al verme da paso a la incredulidad, y luego, a la pena... ¿pena de qué?
Mi corazón (de hembra) parece estallar de alegría. Como puedo, te hago señas para que me sigas, y juntos, salimos a la noche donde una lluvia fina y fría, tan fría como la de mis añoradas montañas nativas nos da la bienvenida.
¡Soy feliz! Así es como DEBE ser. No se puede ir contra la naturaleza.


“¡Anda, ven, corre a mi lado!
Saludemos a la hermana lluvia
que nos trae el perdón de nuestros antepasados.
La larga muerte ha terminado...
La vida prometida se vislumbra
al resplandor del relámpago”.


Mi loca carrera, más parece una danza mágica, parte del ritual en donde el círculo peregrino llega a su fin. 
Tú, me has seguido en silencio y esta vez, yo sí aúllo a la luna con la certeza de haber recuperado mi destino. Luego, me acerco a ti, para lamer tu mano, en un gesto de amor...


“ Hoy, al verte, me he recuperado:
No existe más Señor, que tú,
ni más diosa, que yo en tus ojos...
Déjame lamer tu cuerpo,
deja que mi lengua áspera descubra 
brillos de cobre en tu pecho...”


Fue... sólo un accidente, no más que un segundo en que tus ojos vistieron la dureza del acero... y también acero fue lo que hundiste en mi pecho en busca de mi corazón. Antes que mis ojos se nublaran por completo volví a encontrarme en los tuyos, mientras de tu boca endurecida, apenas audibles, brotaban estas palabras: “Perdóname. Tú ya sabes que no se puede ir contra la naturaleza...”






Amanda Espejo
Quilicura -11-2004

Dibujo de Maritza Álvarez